A pesar de que el chico que nos atendió en recepción era muy simpático, el alojamiento no cumplía ni los mínimos de limpieza y confort que se espera de un alojamiento. Nos dieron un estudio que parecía llevar años cerrado, lleno de polvo y olor a rancio, con "2 camas" que a simple vista ya se veía que eran dos sacos de muelles. Sin wifi en los apartamentos, la única opción es alquilar un router de pago por el que te cobran 20€/ día y no te informan de ello hasta la llegada. El colmo fue encontrar la bañera llena de pelos!! Experiencia horrorosa. Sí No cambian la gestión del establecimiento, no merece la pena pero para nada, a no ser que te gusten las experiencias paranormales.