La habitación no estaba lista a la hora del check-in. Aunque nos permitieron dejar nuestras cosas, tuvimos que esperar unos 15 minutos más y, lamentablemente, dos horas después aún no estaba disponible. La habitación carecía de aire acondicionado, solo tenía un ventilador, y aunque no era temporada de calor, se sentía bastante caliente. Los muros son muy delgados; se escuchaba todo lo que sucedía en la habitación contigua, donde había una familia con un niño muy ruidoso. Además, cada vez que usaban el WC o el lavabo, el sonido del agua era bastante molesto. La cama era dura y la distribución de los muebles poco funcional, lo que hacía el espacio incómodo. Por otro lado, nuestra habitación solo tenía una ventana hacia el interior del hotel, lo que afectaba la privacidad.
El servicio de valet parking fue extremadamente lento, ya que solo tienen un encargado y el estacionamiento está alejado. Para colmo, presenciamos un incidente anterior en el que un coche había sido golpeado, y el hotel no quería asumir responsabilidad. Era un domingo a mediodía, y no me gustaría estar en la situación de esos huéspedes.
En resumen, no recomendaría este hotel y no volveré a hospedarme aquí.