Al principio nos metieron en una habitación que daba a un patio, que no sabías si era de día o de noche, se lo comentamos y nos cambiaron a una suite por un pequeño suplemento, que estaba muy bien, cama de dos metros, una terraza inmensa, muy bonita.
Había un chico en la recepción encantador y otro bastante seco.
En el comedor los trabajadores eran un poco secos, la comida bastante buena, para el precio que pagamos